Sistemas productivos agrícolas de Venezuela: el conuco y el trapiche (página 2)
El adjetivo conuquero en primer lugar designa a la
persona que
labra el conuco, viva o no en él y a algunos de los
objetos que emplea para trabajar en esta porción de
tierra, como
el "machete conuquero, afilado hasta la rabisa".No sorprende que
al mismo tiempo la
acepción de este calificativo abarque un campo
semántico que va más allá de lo
estrictamente humano. En efecto, como bien apunta Alvarado,
incluye a los animales con la
costumbre de merodear los plantíos cercados, como las
reses y los loros conuqueros. Más adelante, aportaremos
una nueva figura—en este caso animal– que se ubica en el
cuadro actual de los que es el sistema de
producción conuquera en la sierra
coriana.
Vamos a esforzarnos por intentar reconstruir su evolución, pero "por ahora" nos ha sido
dable proporcionar la visión de algunos productores
conuqueros acerca de en qué consistía y cómo
funcionaba este sistema de producción agrícola en
un pasado relativamente reciente, qué situación
presenta en la actualidad y cómo algunos de ellos ven su
proyección en un futuro a mediano plazo.
Hilario Lois es un conuquero con características muy
especiales por haber destinado gran parte de su conuco a la
producción de bienes
destinados a la curación ecológica o de Medicina Verde
y adquirido una excelente reputación por sus cuidados
medio ambientalistas y como beneficiador de la salud humana
basándose en sus productos
naturalistas. Ubicándolas alrededor de su parcela de
tierra productiva, ha construido varias confortables
cabañas con fines de turismo rural, lo cual no le
ha impedido que, mismo tiempo, en su conuco se cultiven especies
de "verduras", como el apio, el ñame, el ariguaje o genaje
(bastón largo.) y la auyama. También en él
se producen muchos tipos de "granos", como la caraota, el
quinchoncho y el "frijol colorao"; árboles
frutales, como la naranja, el aguacate; otros tipos de vegetales,
como el maíz, el
café y
la caña de azúcar.
Según este mismo productor agrícola, actualmente
se cultivan la mandarina, el cambur y los árboles
maderables para obtener madera con
destino al uso doméstico o familiar.
Afirma que antiguamente era casi obligado tener un huerto
especial, donde se cultivaban plantas
medicinales y aromáticas. Se criaban animales, como
gallinas, marranos y cabras, atados con un mecate o encerrados en
un chiquero; además, la familia se
esforzaba por tener, al menos, una vaca.
Trueque.
La carestía de dinero con que
comprar animales y víveres provocaba que apareciera el
intercambio simple de productos agrícolas entre los
propios productores del campo. Esto fue reforzado por la casi
total inexistencia de un sistema de viales que llegase a los
sitios de labranza para facilitar el traslado de los frutos. No
había vías, pues, para ir a hacer compras a
territorios en ocasiones muy distantes del campo donde trabajaba
el conuquero, situación que reforzaba esta especie de
"mercado interno",
conocido hoy por trueque.
Sistema
productivo agrícola venezolano: el conuco.
Noticias de su
evolución.
Edgar Francisco Ferrer, de 54 años, nacido el 16 de
noviembre de 1954 en Guayapa, Parroquia Curimagua, siempre ha
vivido en su lugar de nacimiento y es considerado por sus vecinos
como uno de los trabajadores más apegados al trabajo
agrícola, al punto de ser visto como un ejemplo de este
tipo social lamentablemente inmerso en un proceso de
debilitamiento, al que en estos momentos se le tiende a poner
coto a través de diferentes acciones.
Ahora está ocupado, laboralmente hablando, en la
elaboración de los bio-digestores* como empleado en la
Cooperativa
CODETAL, pero no deja de trabajar en su conuco. Él nunca
había salido de Curimagua y, gracias a su inserción
en esta forma de producción social pudo visitar a Elorza y
a Caracas.
Edgar siempre se ha dedicado a la siembra de la caña de
azúcar destinada en la producción de panela y, en
el pasado, esta siembra la hacía en los terrenos propiedad del
Sr. Jesús Lázaro (-+2006) ubicados en esta misma
parroquia. Aun hoy siembra caña con idéntico
objetivo de
carácter productivo.-
Edgar manifiesta que antes el conuco tenía unas tres
hectáreas de terreno, en declive, con o sin fuente de
agua cerca. Se
cultivaban árboles frutales, como la naranja, y "pura
caña de azúcar", para moler en el trapiche la
caña era transportada en burro. El maíz, caraota,
quinchoncho, yuca, cambur, y ocumo eran cultivos de primera
línea.
Ciclos productivos agrícolas
El maíz se siembra una sola vez al año, entre
mayo y junio, y la caraota y el quinchoncho en los mismos
meses.
El cambur se siembra todo el año, pero siempre en
menguante. Esta planta siempre pare al año de
sembrada.
En el patio de la casa del conuquero había cochinos
amarrados, más no en corrales, las gallinas si las
tenían encerradas en gallineros. El tenía
más de 7 vacas. Pedro Sánchez le dijo: "si vos
tenés un animal, tenés que venderlo". Y se
vendía la vaca en 200 Bs, la vaca que daba 10 litros de
leche para el
consumo
familiar y el resto se destinaba a la venta. La leche
la llevaba a la carretera en litros de vidrio para su
venta.
Antes se empleaban 7 burros para cargar la producción
agrícola, con especies diversas, como la propia
caña y algunos cítricos, como la naranja. Resulta
interesante observar la evolución del precio de
venta de este utilísimo cuadrúpedo. Nuestros
interlocutores de la Sierra coriana afirman que hoy un burro
cuesta un millón de bolívares con aperos, 500 "al
pelo", pero antes costaba 100 bolívares.
Pese al desarrollo
vertiginoso del automovilismo en Venezuela,
todavía este inteligente animal sigue sirviendo de medio
de transporte y
de carga. Hasta lo más intrincado del macizo
montañoso del Estado
Falcón, las vías de penetración y las
infraestructuras viales han posibilitado que los vehículos
automotores entren en competencia con
aquellos tradicionales medios de
desplazamiento y de trabajo. En laz amenas pláticas
sostenidas en varias ocasiones con Edgar, dejó escapar una
nota biográfica impactante, al referirse a lo sucedido a
uno de sus hermanos. La voz natieco designa el
último de los hijos nacidos en una familia y el de
Edgar murió de muerte
natural, pero no así su otro hermano, quien fue
atropellado por un carro, cuyo chofer lo dejó tendido en
la carretera provocándole su posterior fallecimiento.
El conuco,
hoy.
Actualmente en el conuco se siembra la naranja valenciana, no
la naranja criolla. Antes el conuco era un aguacatal inmenso,
plantación que se dice fue secada por una plaga. Pero lo
cierto es que casi ya no se siembra aguacate.
Entre los árboles de madera que, actualmente, se
siembran están la guama, el aguacatillo y el cedro,
empleados para obtener la imprescindible sombra que protege a los
cultivos menores, sobre todo al café.
El conuco y el
chuco
A manera de afirmación final, el conuco debe ser
explicado como un sistema de producción tradicional de
la tierra en
el cual hay que tomar en cuenta la manera peculiar del hombre de
tratar el objeto principal de la labor productiva—o sea, la
tierra–, los medios tradicionales de trabajo, los saberes
asociados a aquélla e, incluso, la relación
peculiar que establece el ser humano con las plantas que se
cultivan en la parcela y con los animales que intervienen en este
el modo de producir la tierra, así como de cuidar y
consumir los bienes que se recolectan en ella. Un concepto
actualizado de agricultura
toma en cuenta el conjunto de los componentes o elementos
anteriormente aludidos, a los que hay que añadir otros
más, por supuesto, como el del conocimiento
de las relaciones de los astros y otros planetas con
la vida vegetativa que tiene lugar en el nuestro.
Estos son algunos de los animales que se involucran en el
conuco, muchos de los cuales son depredadores natos. El picure es
un roedor como de unos dos quilos de peso que come verduras. La
ardita o por ardilla ataca el maíz. El conoto es un
pájaro negro con cola amarilla que come naranja. El
chochó es otra ave de color negro con
amarillo que come frutas. Se nos afirma que el judío es un
pájaro que no come nada de la cosecha del conuco sino puro
añaragato, especie de "rabo de mono", que se come.
Hay un animal considerado como una de las peores plagas que
depredan la cosecha del conuco. En la sierra coriana se le da el
nombre de chuco a una especie de mono silvestre cuyo
hábitat
es precisamente los parajes montañosos. Advierto que esta
es una mala fama carente de fundamento, según hemos podido
adentrarnos en el enfoque dado por los vecinos de este eje de la
geografía
falconiana que hemos comenzado a estudiar. Hay compatriotas
allí que han llegado a humanizarnos al chuco. Así,
alguien nos manifiesta que la regla de oro de los
chucos es "comer y dejar", nunca dañar toda la cosecha del
conuco. La visión que se tiene de esta especie de simios
es que son un "mal necesario"; no trabajan y consumen lo
producido por el hombre,
pero por eso no deben ser maltratados ni mucho menos se les debe
matar.
Se emplean diversos procedimientos
para mantener alejado a la manada de chucos del conuco, cuando ya
la cosecha está próxima a ser colectada. Por
ejemplo, se les ahuyenta del conuco con una tapa de zinc que
cuando ventea hace un ruido que los
ahuyenta igual que a los pájaros.
Sistemas
productivos agrícolas venezolanos: el
trapiche.
Vamos a referirnos, someramente, a una época en que la
producción de la caña de azúcar
empezó a hacer quebrar el conuco como sistema de
producción primaria instituido por la gente más
humilde que habitaba el campo venezolano. Se expandía el
cultivo de esa gramínea que, lenta pero aplastantemente,
terminaría por imponerse como uno de los cultivos
principales de la economía agrícola venezolana de
entonces. Esta puntada nos sirve para aportar un rayo de luz acerca de lo
que sucedería con el conuco cuando se enfrentó al
cultivo extensivo de la caña de azúcar, sobre la
que se afirma que, desde La Chapa hasta Cabure, todo era "pura
caña".
En nuestras investigaciones
de campo, fue muy provechoso haber compartido con el testimonio
personal de
gente valiosa y aplicada a este sistema tradicional de
producción agrícola, como el Sr. Jesús
"Chucho" Lázaro Ferrer, cuyo trapiche aun está
operativo. Asimismo, tuvimos la dicha de entrevistar al Sr.
Juvenal Ortiz ( +2008), también conuquero. Gracias a su
importante información, pudimos conocer la existencia
del trapiche con toros de buey que es aquel que
emplea la fuerza animal
para elaborar la caña de azúcar. En cuanto a su
estructura
física,
este tipo de trapiche estaba conformado por 3 masas de madera de
vera, 2 moledoras y un espantador de toro.
Se afirma que los bueyes iban enyugados o "en yunta" para
distribuir la fuerza de arrastre o halar parejo entre ambos a fin
a de imprimirle el necesario impulso a la tarea.
En cuanto a los diversos modalidades de empleo de la
fuerza de trabajo, en el trapiche se trabaja en una forma que
llamaban "por guardia": la primera se extiende desde las 6 de la
tarde hasta las 6 de la mañana del día siguiente,
con el empleo de lámparas de kerosén para
iluminarse durante la noche, o en ocasiones, también eran
usados los celebrados mechurrios.
Modos solidarios
de trabajo agrícola.
Las precarias condiciones materiales que
rodearon—durante tanto tiempo– la existencia de la gente
del campo provocaron el surgimiento de diversas modalidades del
trabajo solidario: se convirtió casi en una costumbre,
entre los vecinos, que alguien sembrara la caña de
azúcar en su parcela personal y luego ayudara a cortar la
caña sembrada por otro en el sitio de labranza de su
vecino. Hasta hoy dura otra forma de este tipo de trabajo
solidario cuyos orígenes se remontan a la vida comunitaria
de los nativos y originales habitantes de nuestro continente: la
denominada cayapa consiste en el trabajo
realizado entre varios vecinos que se emplean en diversas tareas,
algunas de la producción material, y otras asociadas a la
vida doméstica, como la construcción de alguna casa de vivienda,
por citar uno de los ejemplos más elocuentes.
Autor:
José Millet
Oscar Lázaro*
Coro-Venezuela, diciembre 2008.-
Lic. J. Millet es el Jefe del Centro de Investigaciones
Socioculturales del Instituto de Cultura
del Estado Falcón (INCUDEF), Venezuela, y Oscar
Lázaro, uno de sus investigadores.Alvarado, Lisandro: Obras Completas /Caracas/
/Fundación /La Casa de Bello /1984/
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